En esta noche de oración te voy a ayudar a encontrar lo que debe guiar tu vida; a veces nuestra vida está guiada por circunstancias, por razones, por exigencias, por problemas, por sentimientos, en fin. Y yo te quiero invitar a que veas, qué es lo que hasta hoy te ha estado llevando a conducir tu vida, a guiar tu vida; qué es lo que ocupa tu mente, qué es lo que ocupa tus sentimientos, qué es lo que ocupa tu voluntad, qué es lo que ocupa tus recursos, qué es lo que ocupa tu tiempo y antes de entregarle al Señor, lo que usualmente guía nuestra vida, Tú, en un acto de mucha sinceridad con el Señor, le vas a confesar a él, qué es lo que ha estado ocupando tu vida; tiene mucho que ver en qué gastas tus recursos, en qué inviertes tu tiempo, a qué le dedicas más mente, tiempo, voluntad, sentimientos; qué es lo que hasta ahora, ha estado guiando tu vida.
Ahora, vamos a hacer un vaciamiento de todo lo que ha guiado mi vida, tu vida; hacer este vaciamiento de la mente y del corazón, de todas las culpas, puede muchas veces que a ti y a mi, nos haya guiado la culpa a razón de lo que hicimos, a razón de las decisiones que tomamos en el pasado en ciertas etapas de nuestra vida o de la crianza que recibimos, y todo lo pensamos, lo sentimos y lo referimos desde la culpa y la culpa se ha encargado de guiar nuestra vida, tanto así que cuando a ti te está pasando algo, piensas y crees que es por algo del pasado y crees o piensas que estás pagando algo o te está cobrando algo, es porque tu vida ha sido guiada por la culpa; lo que no sabías es que no hay ninguna razón por la que tu vida sea guiada por la culpa, porque todas las culpas están clavadas en la cruz y porque ahí nuestra vida entera ha sido redimida, por la vida, el sacrificio, la sangre la muerte y la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Amén…
Y ahora voy a hacerte caer en la cuenta de lo que pudiera haber estado guiando tu vida, hasta ahora; lo segundo es el ENOJO, el resentimiento, pueda ser que hasta ahora hayas estado viviendo muy enojado(a), con algo, con alguien o contigo mismo ; que pareciera que vivieras con el enemigo, no te gustas, no te quieres, no te valoras, pero además se nota al momento de relacionarte con los demás, siempre le estás buscando el pero al otro, no estás cómodo(a), no nada, con nadie; no te sientes bien, hace mucho rato se te despareció el bien estar, además vives muy resentido(a) y eso lo expresas de muchas maneras cuando hablas, cuando gesticulas, cuando actúas, pueda ser sin que te hayas dado cuenta, que tu vida haya sido guiada, por ese resentimiento, por esa rabia, por esa ira, por ese enojo.
Y lo que vas a hacer en esta noche, es vaciar tu mente, tu corazón; se trata de hacer ese vaciamiento para que de hoy en adelante tu vida esté guiada por el amor reconciliador de Dios, para que tu vida de hoy en adelante esté guiada por la presencia de Dios, que trae para ti una infinita serenidad, una absoluta paz; ya no más resentimientos, enojos que no te dejan vivir lo maravillosa que es la vida que Dios te ha concedido, ahora, repite junto con migo: Padre Eterno, en el nombre de tu Hijo Jesús, por la fuerza del Espíritu Santo, decido vaciar en mi mente, mi corazón, mi voluntad, mi tiempo, mis recursos, de todo enojo, de toda ira y de todo resentimiento… Amen, amén, amén.
P. Rodri
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