EVANGELIO Sexto Domingo de Pascua C Del santo Evangelio según san Juan: 14, 23-29
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En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "El que me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos en él nuestra morada.
El que no me ama no cumplirá mis palabras. Y la palabra que están oyendo no es mía, sino del Padre, que me envió. Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes; pero el Paráclito, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho. La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden. Me han oído decir: `Me voy, pero volveré a su lado'. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Hemos escuchado en el Evangelio un pasaje del discurso de despedida de Jesús, que el evangelista san Juan nos pone en el contexto de la Última Cena. Jesús confía a sus Apóstoles las últimas recomendaciones antes de su partida, como un testamento espiritual.
Durante la última cena, antes de afrontar los acontecimientos dramáticos de la pasión y muerte en la cruz, Jesús promete a los Apóstoles el don del Espíritu. El Espíritu Santo tiene la misión de «enseñar» y «recordar» sus palabras al grupo de sus discípulos. «El Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien les enseñará todo y les recordará todo lo que les he dicho» (Jn 14, 26).
En la lengua original griega, el término Paráclito indica al que acompaña, para proteger y ayudar a una persona.
El amor de Dios busca la cercanía, la intimidad, la unión, como fruto de la pascua. Dios no nos ama a distancia, sino que su deseo es vivir en nosotros, inundarnos con su presencia y con su amor. Somos templos, lugar donde Dios habita. Hemos sido rescatados del pecado para vivir en su presencia.
«El que me ama guardará mi palabra»; esta es la condición para que las Personas divinas habiten en nosotros: amar a Cristo es un sentimiento, sino la actitud de fidelidad a Él y cada una de sus enseñanzas. «Por tanto el que no ama al prójimo, no guarda su mandamiento. Y el que no guarda su mandamiento, no puede amar a Dios...
El Espíritu Santo es llamado por Jesús "defensor" o «abogado», literalmente, Paráclito, porque no deja sola a la comunidad, sino que está a su lado para siempre. El próximo domingo celebraremos la partida definitiva de Jesús, hacia el Padre, en el día de la Ascensión; y de hoy en quince días, la fiesta de Pentecostés.
Para comprender la expresión de Jesús, es necesario evitar una interpretación de la palabra "mandamientos", que no se trata de normas, leyes, prescripciones, prohibiciones, ni tampoco una visión meramente legalista y jurídica, referente a la palabra "MANDAMIENTOS" el sentido más amplio de "ENSEÑANZAS". Aquí se trata, de la enseñanza de Jesús en su conjunto. No es una lista de rígidas disposiciones legalistas, sino un mensaje. No es un código, sino un evangelio.
"Si me amáis, guardaréis mis mandamientos". "El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama". "Al que me ama, lo amará mi Padre".
Jesús era judío, los apóstoles eran judíos, los primeros discípulos eran judíos y Jerusalén era la sede. Su herencia y su cultura era: el Antiguo Testamento, la ley de Moisés, el templo, la ley sabática, la sinagoga y la circuncisión y también.
Pero los nuevos cristianos querían ser sellados con el Espíritu de Jesús, no con el espíritu de Moisés y por eso surgen discordias y disputas, entre lo nuevo y lo antiguo, entre judíos y cristianos, entre los de siempre y los recién llegados.
El conflicto está servido, algunos predicadores de segunda mano y sin autoridad celosos de la ley de Moisés y por su cuenta y riesgo quieren imponer su criterio a la comunidad, sembrar la discordia, perturbar la paz y dividir la comunidad.
Les he dicho todo esto mientras permanezco con ustedes; pero el Espíritu Santo, el Defensor que el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.
P. Rodri
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