Quiero ahora hacer una pregunta inicial: ¿Nos interesa sanarnos? Obvio, todos decimos que si, pero déjenme les digo, que para sorpresa mía y de ustedes, hay muchas personas que no les interesa sanarse, y les voy a decir por qué: ustedes han visto esas personas que están en la calle, a la inmensa mayoría de esas personas les interesa PRODUCIR LÁSTIMA, y hay por lo menos tres motivos por los que a la gente no le interesa sanarse; por una parte porque es bonito sentirse uno víctima, porque cuando usted se siente víctima, usted siente como una especie de autorización para acariciarse, más que físicamente, acariciarse EMOCIONALMENTE, AFECTIVA MENTE, hay una palabra que se utiliza: POBRETAR, pobretearse, “pobre sito yo”, ¿quién sufre como yo?, nadie sufre como yo, pobre sito de mi, y parece increíble, pero hacerse la víctima es algo que trae un “cierto placer psicológico”, por eso hay personas que no le interesa sanarse, porque les gusta sentirse víctimas, les gusta sentir que la vida ha sido injusta con ellos.
Y ahora tenemos la segunda razón: resulta que si la vida ha sido injusta conmigo, A MI NO ME PIDAN NADA, a veces uno no quiere sanarse, porque uno no quiere asumir deberes ni responsabilidades, uno se siente cómodo en aquello de no ser generosos, por eso las tres cosas que se mueren en nosotros son la alegría, la generosidad y el amor, y entonces, si yo soy la víctima, a mí no me pidan nada. Pero además, otra razón que es aún más escalofriante, no quieren sanarse, porque quieren que su herida esté viva, porque así la pueden utilizar en el momento apropiado como un arma, por ejemplo: una mujer padeció un evento de infidelidad de su esposo, finalmente la cosa quedó demostrada y el hombre ya no pudo sacar más disculpas, finalmente tuvo que reconocer y pide perdón y dice mira, yo no te quiero perder, dame otra oportunidad, no dañemos el hogar que tenemos y que tanto amamos, vamos a hacer lo por los niños, yo necesito que creas en mi y todo ese discurso. Ella por su parta con toda la razón de mundo se siente traicionada, profundamente herida, violentada; tiene toda la razón de sentirse así.
Van a un retiro espiritual de parejas, en el retiro renuevan su voto matrimonial, ese hombre vuelve a pedirle perdón, hasta llora a moco tendido, se dan un brazo, parece que hubo reconciliación, supuesta mente se perdonaron, se tomaron la foto del recuerdo y todo bien; pero ella por dentro conserva una llamita encendida, y esa llamita es para cuando venga nuevamente la discusión, pero para que la escena dramatizante se convincente, ella tiene que tener dentro el dolor vivo, o sea que a ella no le interesa SANARSE, quiere tener el dolor vivo, porque el dolor vivo es la manera de poder contra atacar.
Entonces qué se hace con esta máquina de pensar, que recuerda, que sigue discutiendo, ¿qué se hace? Primera sugerencia, hagan mucho la oración de: “SEÑOR CUMPLE TU VOLUNTAD EN MI”, digan el nombre de la persona y digan esa oración por una persona a la vez, esa oración es bendita, no porque sea bonita, sino porque es una oración que brota del Padre Nuestro, “Señor cumple tu voluntad en…” esa es la razón por la que esa oración es eficaz y esa oración hay que decirla muchas veces, muchas es muchas, centenares de veces, por no decir siempre: CUMPLE TU VOLUNTAD EN.
Porque el cerebro y sobre todo de las mujeres, es como un sistema de autopistas que conectan unas cosas con otra, y son como caminos por donde circulan ideas, recuerdos, imaginaciones y temores, es sola una imagen, por supuesto para que entiendan, una impresionante red de autopistas, eso es lo que usted y yo tenemos en nuestra cabeza (esto está demostrado científicamente, no es invención mía), entonces qué es lo que está sucediendo cuando usted dice una oración perseverante, sosegada, profunda que tiene la bendición y la unción de Jesús, como esta oración que les digo: Señor cumple tu voluntad en; ¿Qué estamos haciendo allí? Cuando usted dice esta oración, usted está construyendo un nuevo sistema de autopistas, pero una autopista no se construye con dos ladrillos, entonces, cada vez que usted dice esa oración es como un ladrillito, y cada vez que usted dice esa oración, usted va construyendo un nuevo sistema de autopista, por eso es que tiene que ser muchísimas, muchísimas veces esta oración y así usted está venciendo un mal hábito, porque en el fondo sus recuerdos negativos, su falta de perdón, es un mal hábito mental, porque ese mal hábito es como tener dentro de nuestra cabeza un mal sistema de autopistas que llevan a choques continuos o hasta accidentes fatales… y esos accidentes son: yo no debí haber hecho eso, yo no sirvo para nada, yo si soy bruta, pero yo no me voy a dejar, y esto no se va a quedar así, ahora si me va a conocer… y si se encuentra con una feminista, peor, sería como meterle aceite y brea a esas autopistas, para que resbale mejor.
La solución es ir construyendo otro nuevo sistema de autopistas, y eso es lo que se logra con esta oración, porque cada vez que usted está diciendo, Señor cumple tu voluntad en esta persona (a la que usted no puede personar), es como si usted le hiciera una rampa de escape, a esa autopista, y así es como nosotros estamos entregando al Señor y ese es el momento en usted empieza a descongestionar su autopista, es el momento, por eso la paciencia, constancia y perseverancia, porque una buena autopista no se construye con impaciencia, sino con paciencia y con amor.
Hay que hacer ese ejercicio, es un requisito para toda sanación de la memoria, pero repito, este ejercicio solo funciona, haciéndolo miles, y miles de veces, hasta que nuestro sistema de autopistas, colapse, solo así llegamos al querer de Cristo, al querer de Dios, es decir usted está aprendiendo la ciencia preciosa, del abandono en las manos de Dios y lo que empezará a experimentar es: alegría, generosidad y amor.
Y ahora viene otra, usted empieza a recordar y usted experimenta paz, verdadera paz y eso hace que usted tenga una vida nueva, yo no le digo que se limite solo a esto, que deje de hacer sus demás oraciones, NO, hagan sus oraciones, toda oración bien hecha, el Señor la escucha y si es ante el Santísimo, eso es bendito, porque usted se está llenado de un amor que empieza en esta tierra, pero que acaba en la eternidad, y es lo que estamos haciendo aquí, esta noche y cada hora Santa; es como desocupar, y usted en este momento está como drenando una cañería podrida, métanse por favor en su cabecita, esa ida preciosa, estoy drenando mi mente, mi corazón, estoy drenando de toda suciedad, de todo pensamiento y sentimiento tóxico, si es sorprendente lo que el hombre puede hacer, es aún más maravilloso lo que Dios logra hacer en ti y mí.
Es maravilloso, uno le va entregando al Señor recuerdos, le va entregando cosas que le hicieron daño; un bonito testimonio, pero ahora no de una mujer, sino de un hombre, que era adicto, pero adicto empedernido a la pornografía, la mayor parte de tiempo la pasaba allí, metido viendo sus fotos, sus videos y esas cosas, hasta el punto de que él ya se sabía de memoria las páginas, los lugares a donde entraba para ver su pornografía, bueno, ese muchacho tuvo una conversión muy bella, él se dio cuenta de que por ese camino no iba a ninguna parte, él se dio cuenta de que eso no era solo una ofensa a Dios, sino un daño que él mismo se estaba causando, y entonces empieza a dejar, al principio con dificultad, empieza a dejar, tal vez con alguna recaída, pero entonces empieza a orar al Señor, pidiendo sanación de la memoria, porque esa memoria se había convertido en una aliada del pecado, y empieza a orar diciendo, Señor lleva de aquí esto, llévatelo, te lo entrego, cuanta el hombre que llegó el momento en que sintió la tentación de recaer y ya no me acordaba, a dónde tenía que entrar, entonces lo primero que pensó es: JESÚS ME ESTÁ AYUDANDO, y así fue como ese hombre se apartó completamente de la pornografía.
Por eso les digo que Dios, se lo sana a uno de los recuerdos, Dios es capaz de quitar y de sanar tantas cosas en nosotros. La sanación del pasado, es la plataforma para lo futuro y si tu pasado se llamaba sanación, tu futuro se llama SANTIDAD.
CINCO CERTEZAS:
Bases: La sanación del pasado, es la plataforma para lo futuro y si tu pasado se llamaba sanación, tu futuro se llama SANTIDAD. Porque hay personas que no quieren sanarse, porque quieren seguir siendo la víctima, no puede mover una silla, porque está en crisis, no tiene fuerza, y ¿en qué momento le vuelve la fuerza? En el momento en que tiene que discutir, allí si revive todo.
1. Dios tiene un plan y en ese plan estoy yo con toda mi historia..., es parte es la base de todo, a Dios no se le escapa ni siquiera un mínimo detallito de mi vida, porque todo entra en su plan y ese es un plan bueno y perfecto, porque en ese plan estoy YO con todo lo que me pasó, todo, absolutamente todo…
2. AGRADAR SOLO A DIOS: es muy bonito agradar y muchas mujeres sienten bonito agradar, agradar al esposo, a los hijos, caerle bien, a las amigas, agradar es bonito, pero no debemos ser esclavos de eso, no seamos esclavos de la opinión o del qué dirán. La palabra que importa y por la que voy a ser juzgado(a), es solo la palabra de mi Señor, voy a centrar todas mis fuerzas en agradar solo a mi Señor. La Santísima Virgen dice: yo soy la esclava del Señor, no tengo más esclavitudes, que estar sujeta a Dios, no más.
3. EL TESTIMONIO ESCRITO Y PROCLAMADO tiene enorme poder de liberación, el caso de la samaritana, ella dio testimonio y hasta entonces fue libre, porque mientras ella no daba testimonio solo se fijaba en lo que los demás dijeran de ella, para todas las de esta calle soy la zorra, y para todos los de aquella otra soy la perra, pobrecita, uno tiene que entender el drama que vivía esa mujer; hay alguien que me conoce, que sabe todas la barbaridades que he hecho y yo creo que ese es el Mesías, vayan a verlo. EL TESTIMONIO libera mucho, porque es una fuerza de liberación, pero el hecho mismo de escribir, ya libera bastante, y ¿por qué escribir? Así no se lo diga a nadie, por qué eso libera, porque cuando usted escribe su testimonio, usted está re diseñando las autopistas de su cerebro y cuando usted aprende a compartirlo, y a dar cada vez mejor su testimonio, usted afianza lo que usted ha hecho, entonces el testimonio es una fuerza muy, muy grande. Pero hay que tener cuidado, porque sobre todo, las mujeres cuando dan testimonio de su matrimonio, dice todo lo yo sufrí con este desgraciado, aquí presente… jajajaja.
Hay que tener cuidado, porque EL TESTIMONIO ES PARA RECONOCER LA OBRA DE DIOS, EN MI. El pecado del que me ha sacado, la ternura que ha tenido y la misericordia que ha derramado sobre mi.
Las oraciones de gratitud y alabanza, tienen enorme poder en tu alma: estás reconociendo el bien de Dios en ti, a medida que va creciendo en ti la oración de gratitud te vas centrando en lo bueno, eso es lo mejor que puedes hacer y vas adquiriendo la certeza de que la Victoria es del BIEN, porque a fin de cuenta el que tiene la victoria es el bien, y nadie le puede quitar la Victoria. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio es ahora siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
P. Rodri
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