PAN Y CIRCO
Tercer domingo de cuaresma, que saquemos el fruto y la mejor enseñanza que dios quiere para todos…El Evangelio nos presenta la escena de LA PURIFICACIÓN DEL TEMPLO, el templo se había convertido en el lugar de negocio, para mucha gente. (Descripción del templo).
Los mandamientos son la Palabra de amor entre Dios y su pueblo, el pueblo estaba siendo usado, manoseado y abusado en Egipto; el pueblo había sido seducido y engañado en Egipto, los faraones y la gente de la élite de Egipto, estaba siendo gobernada por gente muy inteligente, no eran ningunos tontos y por supuesto que ellos sabía que para tener dominados a los hebreros, tenía que ser muy inteligentes, entonces tenía una estrategia que consistía en ponerlos a trabajar para Egipto, pero de vez en cuando les daban una especie de contentillo, o compensación, y que también la han utilizado muchos gobiernos, que se llama PAN Y CIRCO, es decir, mantener a la gente “contenta” con algo, pero mientras la gente está distraída y “contenta”, no se da cuenta de cómo la están abusando, la están explotando, como le están sacando el máximo provecho de ellos; era lo que los faraones ya utilizaban esa estrategia con los hebreos, allá por el año 1300 a.c.
Es decir, se trata de un manoseo, pero Dios no quiere que manoseen a ese pueblo al que ama, así como un hombre ama a su esposa y no quiere que nadie la manosee, o así como un muchacho no tolera que le estén agarrando y manoseando a su novia, así Dios es celoso con su pueblo, y Dios se da cuenta como los egipcios manosean a su pueblo y le dan besos y regalos, y mantener a la gente embrutecida con los regalos, porque era expertos en eso, que era aquellos fiestones, parrandas, carnavales o como les quieran llamar y grandes comilonas para todo mundo, y eso sigue sucediendo en nuestra época, porque hay gente tan adormecida o tonta, porque también hay gobiernos astutos que hacen exactamente lo mismo, y gente tan tonta que a cuenta de unos pocos regalos o despensas VENDEN SU CONCIENCIA, eso sigue sucediendo aquí y ahora; hay gobiernos que manosean a los pobres, dándoles regalos, por eso uno debe desconfiar, cuando un gobierno le dé a uno cosas gratis, desconfía, porque detrás de eso viene un engaño, te quieren embrutecer, te quieren sobornar, eso ya lo hacía el faraón.
Pero el faraón no se sale con la suya, porque a Dios le duele su pueblo, como un hombre ama a su esposa y no tolera que la estén manoseando, entonces Dios dice, yo necesito en primer lugar que mi esposa se acuerde de mí; ese fue el primer diálogo que tuvo Moisés con el faraón, y le dijo: necesito que mi pueblo salga al desierto, ¿Para qué? PARA QUE SE ACUERDE DE DÓNDE VIENE, para que el pueblo recuerde que viene Abraham, de Isaac y de Jacob, porque la gente embrutecida por el TRABAJO, embrutecida por el ESTRÉS, embrutecida por el AFÁN y embrutecida por la PARRANDA, no piensa; pues la misa lista que tenemos hoy, exactamente la misa.
¿Cuáles son las cosas que hacen que no pensemos en lo grade, en eterno, en lo santo, en lo bello? Que estamos siempre AGOBIADOS POR EL TRABAJO, AGOBIADOS POR EL AFAN, AGOBIADOS POR PRODUCIR, y luego embrutecidos por los ENTRENIMIENTOS: nos enchufamos a Internet, os enchufamos a netflix, nos enchufamos a la pornografía, nos enchufamos a la botella y se nos olvida quiénes somos; esa son las mismas estrategias de siempre, porque desde siempre, detrás del faraón el que ha estado es satanás, y desde siempre lo que ha querido el demonio es que nosotros vivamos así agobiados por tres verbos: Y el demonio nos quiere siempre mantener metidos en esa rueda, y a trabajar más, y a consumir más y a entretenerse más, y más licor, y más fiesta, y más ruido, y más dispersión, y más sexo, y más…
Entonces a Dios le duele su pueblo, y a Dios le duele lo que le pasa a cada niño, a cada joven, a cada pareja, Dios no es indiferente, A DIOS LE DUELE SU PUEBLO, y los jóvenes la fuerza del mundo y ¿En qué se va la fuerza de nuestros jóvenes? ¿No son ellos los que en estos momentos tendría que ser LIDERES que se preparan para limpiar de tanta iniquidad la tierra? Y en qué están, muchos de ellos nada más pensando en sí mismo, metidos en sus pequeños círculos, en sus pequeñas redes sociales, en sus pequeños retos, retos a veces suicidas: jóvenes tragándose porquería y media y filmándose, jóvenes haciéndose charrasqueadas o cortándose y filmándose; jóvenes haciéndose tatuajes ridículos, perforándose y poniéndose persing como animales. Yo sé que tienes RESITENCIA Y TIENES FUERZA, pero tu fuerza no es para que te mutiles, tu fuerza no es para que tragues lo que te de la gana, TU FUERZA ES PARA QUE NO TRAGUES MENTIRAS…, en eso deberían de estar lo jóvenes, en eso.
¿Si eres tan valiente para cortarte o mutilarte, por qué no eres valiente para mejorar esta tierra? Pero no, solamente obsesionados con la piel, la cara, la cintura, el peinado, el tatuaje, obsesionados con su sexualidad, eso es lo que quiere el demonio, que estés obsesionado contigo mismo, con tu sexualidad, con tu egoísmo, con tu soberbia, que todo el día estés pensando en ti, pensando en tus genitales, eso es lo que quiere el demonio, para robarle al fuerza a los jóvenes. Porque bien sabe el demonio que un JOVEN SANO, CASTO, ITELIGENTE, FUERTE, es una herramienta potentísima en las manos del Señor. El demonio le tiene terror a un joven que sea humilde, casto, sabio y fuerte, determinado a mejor al mundo, o al menos, el ámbito que le circunda; y eso es precisamente lo que nuestros gobiernos quieren para nuestros jóvenes y nuestros pueblos en general, y después dicen, es que no sé como me siento, PUES QUE TE ESTÁS ENCERRANDO EN TI, MUCHACHO ¿Que no te das cuenta? A Dios le duele.
Dios le dice a Moisés, dile al faraón: necesito que el pueblo vaya tres días por el desierto, fíjate, son tres días por el desierto, más el encuentro con el Señor, eso significa una semana de retiro, necesito que hagan una semana de retiro espiritual, necesito que mi pueblo se acuerden de mí y sepa cuánto lo amo, porque Dios mira a su pueblo como un joven mira a su novia, o como un hombre mira a su esposa, así mira Dios a su pueblo; inmediatamente el faraón e da cuenta que eso es muy peligroso, porque llevar al pueblo al desierto, llevar al pueblo a la oración, llevar al pueblo al silencio, llevar al pueblo al encuentro con Dios, es sacar al pueblo de la rueda, donde el faraón quería tenerlo, se acuerdan a los verbos: PRODUCIR, CONSUMIR Y ENTRETENERSE, son los tres verbos donde el demonio quiere tu tú estés todo el tiempo, era como el faraón tenía prisioneros a los hebreos, y hay mucha gente que solo eso es su vida, producir, consumir y entretenerse, no tienen más vida.
Pero Dios quiere sacar al pueblo de esa rueda, y al faraón le preocupa eso, porque ¿Qué tal que luego piensen, que tal que les quede tiempo para descubrir que los estoy manoseando, que tal que les quede tiempo para descubrir su dignidad, que tal que les quede tiempo para acordarse de las promesas del Señor? El demonio no puede tolerar que el pueblo tenga tiempo, tiempo no pueden tener, tienes que estar estresados, afanados, acelerados, enloquecidos; los necesito así, que no puedan pensar, que estén embrutecidos en su música, que estén embrutecidos en su sexo, que estén embrutecidos en sus parrandas, los necesito brutos y acelerados para poderlos dominar, era como pensaba el faraón, porque es lo que quiere el demonio de ustedes y de mí.
Pero Dios a través de los mandamientos, que son UN PACTO DE AMOR, UN PACTO DE LIBERTAD, entre Dios y su pueblo; así como el joven rescata a su novia o el hombre rescata a su esposa que la tenían secuestrada y le da un abrazo y un beso y le dice te amo, te amor, temo; pues eso son los mandamientos, yo te saque de Egipto, yo te liberé, tú eres importante para mí, eso son los mandamientos, un pacto de amor; pero también es un pacto de libertad, es decir, ya no más dioses, ya no te dejes engañar, ya no más dioses, quédate conmigo para siempre, los mandamientos son un grito del amor de Dios.
Ahora pasemos al Evangelio, en el evangelio está el enamorado que se hace visible, ya no mandé a otro, dice Dios, esta vez VINE YO, Jesucristo es el rostro del enamorado, como dice la carta a los hebreos: “durante mucho tiempo nos habló Dios por medio de sus profetas; pero en estos tiempos que son los últimos, nos ha hablado por medio de su Hijo”. Ha venido Él mismo, el mismo que peló con el faraón y lo venció, es el mismo que ha venido y ahora nos muestra su rostro a través de su Hijo Jesucristo, lo dijo Jesús a Felipe: QUIEN ME VE A MI, VE AL PADRE…
Pues en el Evangelio de hoy, llegó el enamorado y llegó a pelear por lo suyo, a pelar por su enamorada, y por eso le duele que su tálamo, que el lecho nupcial, es decir, EL TEMPLO de los sacrificios, donde pueblo, al esposa, la enamorada, debe expresar lo más puro de su amor y donde Dios da lo más puro de su bendición, ese tálamo de amor, está siendo profanado por los nuevos ídolos, y bien a pelear pero ya no solo por su pueblo de la antigua alianza, sino por TODOS LOS PUEBLOS, por toda la humanidad, por todos nosotros. Jesús está peleando por nosotros, Jesús está rescatando a su Iglesia; así como Dios a través de Moisés, extiende su brazo poderoso para abrir y partir el mar en dos, así Jesús saca cordeles y con un gesto poderoso, limpia el TEMPLO, como limpiando el tálamo o la cama, donde se celebra el amor, no puede estar sucia.
Para Jesús el Templo es el Tálamo del amor divino, esta es la relación que hay entre la primera lectura y el Evangelio, es el mismo Dios que ahora nos muestra su rostro, peleando por la Iglesia; pero resulta que EL TEMPO VERDADERO, no era ese de piedra, que fue destruido por los romanos en el siglo I, ese solo era un símbolo, EL CUERPO DE CRISTO ES EL VERDADERO TEMPLO, y tálamo de amor, que era el altar del sacrificio, ES EL CORAZÓN DE CRISTO que va a ser atravesado por la lanzada, como dice San Pablo en la segunda lectura: “Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado”; por eso no debemos dejar que nada nos atrape, somos suyos, Jesús purifica el templo como una señal de lo que va a ser su vida entera, sobre todo su sacrificio en la Cruz, el sacrifico en la Cruz es la culminación, de lo que vemos en la purificación del templo. El Templo tenía su ALTAR y Cristo tiene su CORAZÓN.
Y ¿Con qué nos quedamos nosotros?
1. Dios es celoso de su pueblo, es celoso de tu corazón, a Dios le duele cómo nos dejamos manosear por los intereses de esta tierra, a Dios le duele cuando ve así, agobiado en la rueda de producir, consumir, entretenerse… a Dios le duele que no se paras LA DIGNIDAD QUE TIENES, a Dios le duele cada vez que ve que tu cuerpo es ensuciado, es manchado por el pecado, a Dios le duele su pueblo.
2. La máxima y perfecta relevación del amor divino, está en Jesucristo, Él es el que nos muestra el celo bendito de Dios, que sale a pelear contra el enemigo, para rescatar a la oveja perdida, que eres tú y soy yo, Jesús es el rostro del amor del Padre que sale a pelear por nosotros.
3. Hay que limpiar el TEMPLO, pero sobre todo, hay que limpiar EL ALTAR, qué significa esto: Templo es el cuerpo de Cristo, pero dice San pablo que nosotros somos Templos del Espíritu Santo, no ejes que te vuelva a entrar basura, el Señor te está desintoxicando te ha limpiado, cuida el Templo de Dios, que es tu cuerpo, tu mente, y cuida tu corazón que es el altar de tu templo; así como el corazón del templo es el altar, así EL ALTAR DE TU CUERPO ES TU CORAZÓN. Todo el cuerpo debe estar limpio para Dios, pero sobre todo el corazón, cuida el corazón, que tu corazón sea limpio, sea bello, no permitas que cualquier palabra llegue, no permitas que cualquier pensamiento llegue, no permitas que cualquier imaginación llegue, no permitas que cualquier suciedad llegue a tu corazón.
P. Rodri
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