MI BUEN PASTOR
- Pbrorodrigocuevas
- Apr 22, 2021
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Cuentan que un pastor fue arrestado por haber robado una oveja, Él juraba que era inocente, que la oveja era suya y que hacía días que la había echado de menos.
Cuando el caso fue llevado ante juez, éste, perplejo, no sabía cómo resolver el caso; finalmente decidió que trajeran la oveja a la sala, y mandó al acusador que saliera de la sala y llamara a su oveja. La oveja no respondió a su voz, sólo levantaba la cabeza asustada.
El juez mandó luego salir al acusado y cuando éste comenzó a hacer su llamada habitual, la oveja saltó y corrió hacia la puerta, estaba claro que la oveja conocía la voz de su dueño.
Su oveja, dijo el juez, lo conoce. Con sabiduría salomónica declaró el caso cerrado.
Nuestra reacción no puede ser otra que la confianza plena: «El Señor es mi pastor, nada me falta, hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis fuerzas. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo, tu vara y tu cayado me dan seguridad» (Sal 23).
P. Rodri

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