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LA ORACIÓN DE JOSUÉ

Pidamos la luz del Espíritu Santo, para descubrir lo que el Señor nos quiere decir a través de este gran hombre, llamado JOSUÉ, hijo de Num


Num 27,18-24: "Yavédijo a Moisés: Toma a Josué, hijo de Nun, hombre en quien está el Espíritu, y pon tu mano sobre él. Lo presentarás al sacerdote Eleazar y a toda la comunidad, y allí le darás instrucciones en presencia de ellos. Le transmitirás una parte de tu autoridad con el fin de que toda la comunidad de los hijos de Israel le obedezca. En adelante se presentará ante el sacerdote Eleazar y éste consultará a Yavé por medio del Urim para darle una respuesta. A sus órdenes saldrán y a sus órdenes entrarán todos los hijos de Israel, toda la comunidad.» Moisés hizo como le había mandado Yavé; tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar y delante de todo el pueblo. Le impuso su mano y lo estableció como Yavé había dicho por intermedio de Moisés."


Así es que el Espíritu Santo consagra a Josué y Josué se pone al servicio del pueblo, uno de los carismas que produce el Espíritu Santo, es EL SERVICIO, ningún servidor creyente, puede ejercer algún servicio de manera generosa, si no ha sido tomado y ungido por el Espíritu Santo; así es que, yo te invito en esta noche que renueves tu servicio, que seas consciente de la obra del Espíritu Santo en tu vida, que hace a un creyente servicial, y por qué es tan importante el servicio, pues porque EL SERVICIO es la concretización o materialización del amor; recuerda lo que hizo Jesús en la última cena, donde se entrega por completo, toma una jofaina y una palangana, se quita la capa, se ciñe la toalla y comienza a lavarle los pies a los discípulos, esto es entrar en la experiencia de Jesús, porque Jesús, lleno del Espíritu Santo, realizó el mayo servicio a la humanidad, un servicio salvífico, así es que el servicio es la concreción, la explicitación, la materialización del amor.


Y en este orden, el servicio te realiza humanamente hablando, porque fuera de hacerte sentir útil, te enteras de lo importante que eres en el mundo, para otros, por eso si alguno de ustedes está pasando por alguna experiencia depresiva, busca un espacio donde te puedas prestar algún servicio y te sientas útil y comenzaras a darte, y en ese darte, comenzará a encontrar sentido tu razón de ser, tu razón de vida.

Así es que le vamos a pedir al Señor Jesús, salvador de la historia porque prestó un servicio salvífico a la humanidad, le vamos a pedir que nos toque con la fuerza de su Espíritu, en esta noche, y que avive en nosotros la gracia del servicio, que nos ayude a encontrarle verdadero sentido a la vida.


Asi que te decimos amado Jesús, en esta noche de oración que queremos fijar nuestros ojos en ti, que nos postramos delante de ti, te pedimos que tu Espíritu toque nuestra vida y traiga consigo el regalo, el carisma del servicio, úngenos en esta noche con tu Espíritu, así como ungiste a Josué para ponerlo al servicio de Moisés y del pueblo, también nosotros, sintamos la grandeza de servir a los que más necesitan de nosotros.

Ex 17,9: ante esto, Moisés dijo a Josué… Moisés hace que Josué se convierta en un guerrero, en un muy buen capitán, en un soldado destacado; pero a la hora de la verdad, no es Moisés, es el Espíritu de Dios en Josué, tal vez tú estés librando ciertas batallas, no se cuáles son, yo también estoy librando mis batallas, pero en realidad no soy el que está librando estas batallas, es el Espíritu de Dios en mí; lo mismo en ti, no eres tú quién está librando ciertas batallas, es el Espíritu de Dios en ti.


Ahora bien, para librar ciertas batallas se necesita el Espíritu de Dios y la oración, por eso le dice a Josué, mira, pelea tu contra los amalecitas y yo me voy a la montaña a orar; particularmente cuando Moisés levantaba las manos, los amalecitas perdían la batalla y los Israelitas se convertían en victoriosos; pero cuando Moisés se cansaba y bajaba las manos, entonces los amalecitas en su combate, comenzaban a vencer a los Israelitas a la cabeza de Josué. Rápidamente se enteraron en qué era lo que estaba pasando, entonces para que Moisés no se cansara y bajara las manos, lo sentaron sobre una piedra, figura de Cristo, que es la ROCA, y a un lado Jur, al otro lado Aarón, sostenían las manos de Moisés, mientras Josué, allá abajo vencía y alcanzaba la victoria en el nombre de su Dios.


¿Qué nos enseña esta Palabra? Primero, que por supuesto estamos librando unas batallas, pero que no basta orar, hay que pelear y que no solo basta tampoco pelear, hay que orar; dentro de ti, seguramente está Josué batallando en el nombre del Señor y Moisés rogando a Dios, tan orante Moisés, como Josué, pero Josué venció por el poder de Dios y tu vas a vencer tus batallas por el poder de Dios, no serás tú el que pelee, será el Espíritu de Dios, peleando por ti.


Ya sabes que por la fuerza del Espíritu eres un guerrero destacado y todas las batallas que tengas que librar, las librarás por la fuerza de Dios en tu vida Ex. 33,11: "Yahve hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Luego volvía Moisés al campamento, pero su ayudante, el joven Josué, hijo de Nun, no se apartaba del interior de la Tienda."


Allí estaba Moisés en la montaña, hablaba con Dios cara a cara, como quien habla con un amigo, Moisés llegaba al campamento, pero Josué su servidor, NUNCA SE APARTABA DEL TABERNACULO, tenía el Espíritu de Dios que lo sostenía en la oración, que lo mantenía en la presencia de Dios; suele pasarnos a ti y a mí que somos intermitentes en esta experiencia, y la verdad que no lo podemos evitar, pero solo con la asistencia del Espíritu de Dios, uno se vuelve constante con una determinada consistencia, por eso, en esta noche de manera particular, vamos a pedir esa gracia:

Señor no quiero ser como un péndulo que oscila entre la cercanía y la distancia, Señor, yo quiero estar en tu presencia, todos los días de mi vida, a cada instante, en todo lugar y bajo toda circunstancia; Señor me acojo a tu buen gobierno, porque se, que bajo tu dirección, quiero estar siempre en tu presencia. Amén.

Dt 18,18 "Yo les suscitaré, de en medio de sus hermanos, un profeta semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande."




"Por culpa vuestra, Yahveh se irritó también contra mí y me dijo: «Tampoco tú entrarás allí. 38.Será tu ayudante Josué, hijo de Nun, el que entrará. Fortalécele, ya que él dará a Israel posesión de la tierra."


Cuando Dios le dice a Moisés quién SI ENTRARÁ a la tierra de promisión, es su asistente Josué, ya estaba claro que Moisés no iba a entrar en esa tierra de promisión, infúndele ánimo, pues él hará que Israel posea la tierra (ÁNIMO, de anemo, que significa SOPLO DE DIOS), hay muchas cosas que Dios tiene para ti, a Dios no se le conquista, SE LE ACEPTA, la conquista es suya y mía; pero sus promesas si se conquistan, pero para conquistar las promesas, necesitamos el Espíritu de Dios. Tenemos que seguir trabajando para conquistar lo que el Señor mismo, nos ha prometido; entrarás en la tierra prometido, la salvación, entrarás en la presencia del Señor.

P. Rodri



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