Esta noche es una noche de mucha bendición, es un regalo bendito de nuestro Dios, que nos podamos reunir en oración y desahogar nuestras penas; para contarle al Señor nuestras alegrías, para alabarle por las bendiciones y regalos recibidos, y para pedirle perdón por nuestros pecados y nuestros errores.
Dile al Espíritu Santo que te llene, porque es muy probable que tú y yo hagamos muchas cosas inadecuadas a razón de los vacíos que experimentamos en nuestra vida interior, suele pasar, que por esos vacíos afectivos sentimentales, espirituales, emocionales; que tú y yo hagamos muchas tonterías, cometamos muchos errores y apostemos a cosas que no valen la pena, a la hora de la verdad, el Señor lo sabe, el conoce esta realidad en ti y mí, pero a pesar de eso, no nos juzga, antes bien, está listo con la fuerza de su Espíritu, para llenar esos vacíos, para colmarnos de su bendición y de su gracia.
¿Cómo oro Elías, pidiéndola resurrección del hijo de la viuda? y una oración que fue escuchada por Dios. Dice el primer libro de los Reyes 17,17-24: En aquellos días, cayó enfermo el hijo de la señora de la casa. La enfermedad era tan grave que se quedó sin respiración. Entonces la mujer dijo a Elías: «¿Qué tienes tú que ver conmigo? ¿Has venido a mi casa para avivar el recuerdo de mis culpas y hacer morir a mi hijo?» Elías respondió: «Dame a tu hijo.» Y, tomándolo de su regazo, lo subió a la habitación donde él dormía y lo acostó en su cama. Luego invocó al Señor: «Señor, Dios mío, ¿también a esta viuda que me hospeda la vas a castigar, haciendo morir a su hijo?» Después se echó tres veces sobre el niño, invocando al Señor: «Señor, Dios mío, que vuelva al niño la respiración.» El Señor escuchó la súplica de Elías: al niño le volvió la respiración y revivió. Elías tomó al niño, lo llevó al piso bajo y se lo entregó a su madre, diciendo: «Mira, tu hijo está vivo.» Entonces la mujer dijo a Elías: «Ahora reconozco que eres un hombre de Dios y que la palabra del Señor en tu boca es verdad.» Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
¿Cuál es la oración de Elías? Señor, te ruego que devuelvas la vida a este niño, fueron unas palabras simples, pero cargadas de intención, cargadas de fe, porque Elías bien sabía que Yavé es el Señor de la vida; y ojalá tú, bien sepas que el Señor nuestro Dios, es el Señor de la vida. Yo creo que esta oración la podemos adoptar esta noche, porque además entendemos que fue una oración que fue escuchada y que halló respuesta, tal vez tú quieres en esta noche orar y que tu oración sea escuchada y que halle respuestas de parte de Dios; perfectamente le puedes decir como Elías, di: “Te ruego Señor, te ruego sólo a ti, que le devuelvas la vida a mi hijo o a mi nieto que está en droga, porque sumido, Señor en esa adición, es como estar muerto en vida; y te ruego Señor, que le devuelvas la vida a mi hija que se alejó de mí, que está llena de rabia y dolor, que no se quiere a si misma; te pido Señor, que les devuelvas la vida en esta noche a mis hermanos, que no se quieren, que se odian, que se acusan, que se ultrajan, que se humillan, que se lastiman.
Te ruego Señor, que les devuelvas la vida a mis padres que están enfermos, postrados en cama, que están hartos por los años y la vejez; te ruego que le devuelvas la vida a mi esposo(a), que perdió el encanto por la relación y por el hogar; te ruego Señor, que les devuelvas la vida a aquellos que están muertos; te ruego Señor, que le devuelvas la vida a mis amigos y a mis familiares que se alejaron de tu bendito amor.
Señor en esta noche clamo a ti, rogándote que le devolvieras la vida al hijo de la viuda; y te pido, te ruego que les devuelvas la vida a los míos, la vida que el mal es arrebató, la vida que la rutina les vengó; te ruego Señor, que me devuelvas la vida, la vida interior, la vida espiritual, la vida en abundancia que sólo tú sabes dar y que yo no hice más que en derrochar y perder en medio del mundo; que le devuelvas la vida a mi alegría, que le devuelvas la vida a mi paz, que le devuelvas la vida a mi esperanza, que le devuelvas la vida a mi amor, que le devuelvas la vida a mi fe. Señor, te ruego que nos devuelvas la vida. Amén, amén, amén.
En el segundo libro de los Reyes 18,36-38, Elías ora al Señor, pidiendo el triunfo sobre los ídolos: “Y sucedió que a la hora de ofrecerse el sacrificio de la tarde, el profeta Elías se acercó y dijo: Oh Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu siervo y que he hecho todas estas cosas por palabra tuya. 37 Respóndeme, oh Señor, respóndeme, para que este pueblo sepa que tú, oh Señor, eres Dios, y que has hecho volver sus corazones. 38 Entonces cayó el fuego del Señor, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y lamió el agua de la zanja”. P.D.
Que bueno que en esta noche, también nosotros pusiéramos delante del Señor, todas nuestras intenciones y que le dijéramos al Señor como Elías: RESPONDEME, SEÑOR, RESPONDEME (todos). Ahora qué es lo que tú le vas a pedir al Señor, para que él te responda; les vas a pedir el triunfo sobre todos los ídolos que tú mismo te has creado, para que no seas in idólatra, para que tú no caigas en la infidelidad, porque es posible que tú y también yo, nos hayamos construido nuestros propios ídolos y hoy nos damos cuenta que padecemos a costa de esos ídolos, que sufrimos por cuenta de esos ídolos; pueda ser que hayas hecho del dinero nuestro ídolo y alguien esté sufriendo porque tiene miedo a perderlos, o ya sea porque no lo tiene; es posible que alguien haya echo del sexo un ídolo y haya perdido el note de sus relaciones y haya perdido el norte el amor, y ahora sea esclavo, del sexo, de la pornografía, de la promiscuidad y no se sienta bien, sientas que cayó en allí en una trampa que usted mismo construyó; puede que alguien haya hecho de su pareja un ídolo y ahora se siente sometido(a), humillado(a), prisionero, encarcelada en esa relación, porque idealizó a esa persona.
Pueda que alguien haya echo del trabajo un ídolo y se haya vuelto obsesivo con el trabajo y haya hasta perdido la salud, a razón del trabajo, y esté perdiendo su hogar a razón del trabajo; tantos ídolos que hemos construido en nuestra vida, y Elías clamó al Señor, para que le diera el triunfo sobre los ídolos, le decía al Señor, respóndeme Señor, respóndeme, que en medio de mi oración, yo pueda conocer tu victoria; que en medio de mi oración yo pueda conocer que tú estás de mi parte, y que esta noche haces trizas todos esos ídolos que yo mismo he construido y que hoy me generan tanto desazón y sufrimiento. Muéstrame Señor en esta noche tu poder, muéstrame Señor en esta noche tu victoria, libérame de todos los apegos, libérame de todas las manías, libérame de todas las obsesiones, libérame de todas las adiciones, libérame de todas las dependencias, Señor; yo quiero honrarte solo a ti que me haces libre, porque todo lo demás me hace esclavo y dame el triunfo sobre mis ídolos, los que yo he construido y sólo seas tu Rey en mi vida, a ti la Gloria y la honra por siempre, Señor.
P. Rodri
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