Jesús ha querido destacar en el texto de hoy, al menos así nos lo presenta en el Evangelio de San Juan, como el Pastor, el bueno, el verdadero y encontramos como traducción el Buen pastor, y la verdad es que el texto griego lo dice de otra manera: YO SOY EL PASTOR, soy el bueno que se puede interpretar como EL VERDADERO, el que hace lo que debe hacer, y lo hace excelentemente bien.
Quiero orientar esta reflexión sobre el BUENO, EL VERDADERO, EL AUTENTICO PASTOR, y esto no dirigido solamente a los obispos y a los sacerdotes, sino también dirigido a aquellos que junto con nosotros pastorean el rebaño del Señor, que ya desde el matrimonio, ustedes esposos, tienen a las ovejitas, a los hijos, ustedes serían en la visión de San Juna, en el cap. 21, Jesús le dice a Pedro, pastorea a mis ovejas, serían ustedes papás, mamás, a quienes les toca pastorear a sus ovejitas, ustedes se convierten en los pastores.
Dice Jesús que hay falsos pastores, que echan a perder al rebaño porque no lo cuidan, no lo aman a diferencia del buen pastor que si lo cuida, si lo ama y lo llevará a verdes prados.
Hablamos del mundo que hoy pastorea terriblemente a nuestras familias, porque las pastorea a través de la televisión, hoy tenemos que tener mucho cuidado con este medio, que es un medio de distracción y que dada la situación de muchas familias, en donde la esposa y el esposo tienen que salir a trabajar, hoy la televisión y toda la tecnología, ha venido a convertirse en la niña de los niños, hoy los niños ya desde muy corta edad empiezan a ver televisión y a pasar muchas horas, viendo televisión (hace algunos años, un artículo alarmante, que quizás se ha potenciado ya 20 veces más: “lo que la televisión ha hecho en tus hijos”).
La televisión está diseñada para que tus ojos no se muevan, lo que se está moviendo es todo lo que está en la televisión, eso hace que tú leas más despacio y nos dé más flojera para leer, eso te va llevando más a la televisión; una de las técnicas para leer es que tus ojos se ejerciten y se muevan, para que puedas leer más rápido, la televisión los fija, y al fijarlos hace que te de mucha pereza para leer.
Esto nos convierte en una presa fácil de los medios de comunicación, hoy la televisión nos dice qué comprar, dónde comprar, cómo comprar para que te veas mejor, para que sientas mejor, para vivas mejor, y es hoy la televisión, quién nos pastorea; imagínense a un niño desde los tres años o desde que nace está ya viendo televisión, todo tipo de comerciales, todo tipo de información para destruir a los hijos de Dios, por medio de la auto aniquilación; promoviendo los anti valores, las pasiones, las traiciones, los adulterios, el narcotráfico, el crimen por poder o pasional, la promiscuidad sexual, la vanidad, y en muchísimas películas, incluyendo de waltdisney se ve el tema de la homosexualidad como un tema normal y este es el pastor que vino para destruir nuestra sociedad, para dividir a nuestra familia, a confundir y desconcertar nuestra conciencia, por este medio terriblemente destructivo, porque van pastoreando tu mente, van pastoreando todo tu modo de pensar.
Hay que tener cuidado, porque nos están pastoreando a ti a mí, yo por eso renuncie a televisión, a radio, a redes sociales, de vez en cuando alguna película o serie que me parezca interesante, formativa, constructiva, tratando de ser crítico; los pobres niños que criterios puedan tener para discernir, ninguno; están vacíos, son unas esponjas que todo lo que les des lo absorben, lo oigan, lo vean, lo absorben y lo meten en sus archivos en su cabeza, este es el mercenario que viene a destruir.
Jesús es el único pastor al que debemos hacerle caso, debemos conocer y escuchar su voz, él es el único pastor que nos puede llevar a que nosotros tengamos vida y la tengamos en abundancia; por eso que importante es que los matrimonios centren su vida en Cristo, porque ustedes se convierten en el objeto claro, de ese buen pastor. ¿Quiénes son los pastores de sus hijos? USTEDES.
Los sacerdotes, religiosas y catequistas no son los educadores de sus hijos, sólo somos herramientas para complementar lo que ustedes ya les enseñaron a sus hijos, ustedes son los pastores de sus hijos, por lo que ustedes le permiten, por lo que ustedes hacen, por lo que ustedes ven, malas palabras, malos tratos, malas acciones, falta de Dios en su vida, no rezan, no hay amor por la Eucaristía; ese es el pastoreo que ustedes van haciendo, lo que ustedes no haga por ellos, nadie lo hará por ustedes.
El pastoreo es importante y es difícil, porque luchamos contra una sociedad que tiene muchas más armas que nosotros que los van llevando hacia las oscuras nubes de tormenta que van a terminar, descargando en el mar.
Nuestra misión es imitar a Jesús, él es el bueno, él es el buen pastor, a él es a quién hay que seguir, tienen que ser firmes, tienen que ser duros, en las cosas que tenga que ver con la fe, con la Palabra, con la moral; no sean papás permisivos, cobardes. Cuiden su rebaño, como yo cuido el mío, yo no vine aquí a ser su amigo pasalón y alcahuete, me mandaron aquí A SER SU PASTOR, y eso hace que haya personas que no les sea grato y eso me crea enemigos, aquí dentro de la comunidad. (El Papa Francisco, no sé si tiene más enemigos que Jesús, pero tiene muchos, dentro de sus colaboradores, cardenales, obispos, que quisieran verlo muerto).
Pidamos a Dios que nos conceda una mente y un corazón dispuesto para trabajar en nuestra misión de pastor, la gloria y la alabanza para Él. Amén.
P. Rodri
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