Un pequeño detalle, pero que no carece de importancia en esta hermosa festividad de la Epifanía, es el hecho de que estos viajeros visitantes, conocido como sabios, reyes, magos, estos que vienen a donde Jesús, y le dan sus regalos y el texto sagrado nos dice incluso, cuáles regalos y que los padres de la iglesia han buscado un significado en esos regalos; por ejemplo se dice que le dieron ORO, como verdadero Rey, le ofrecieron INCIENSO, como a verdadero Dios y le presentaron MIRRA, como verdadero hombre.
Efectivamente, la mirra se utilizaba a veces como una especie de anestésico y somos nosotros, los hombres, no Dios ni los ángeles, quienes a veces necesitamos aliviar así, nuestros dolores; el hecho es que se presentan con regalos. En la primera lectura, este echo de los regalos tiene bastante importante: “Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a ti: tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos, los dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Sabá, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del Señor”.
¿Cómo podemos aplicar esta característica de esta fiesta?, es por esta razón que algunos lugares se acostumbra dar regalos, en el día de los reyes magos; aunque en algunos lugares el día para dar regalos se acostumbra en la noche buena, en el día la Navidad, mientras que en otros lugares se acostumbra más, en el día de reyes. Pero más allá de esas tradiciones, cómo podemos aplicar aquí esas tradiciones de los regalos, porque lo interesante es que los regalos se los dan a Jesús, no es un intercambio de regalos entre nosotros, que no es que eso esté mal, sino que son regalos que le dan a Jesús, y en el caso de la primera lectura, son regalos que llegan a Jerusalen, la ciudad santa, la ciudad de Dios, podemos aplicar este aspecto de esta fiesta, por lo menos de tres manera:
1. Darnos cuenta que, las personas que se aman, intercambian regalos, es muy frecuente que para expresar el cariño, se ofrezca un detalle y de allí resulta tan natural, entre las personas que se quieren, darse regalos, Pues si lo pensamos bien, la Navidad es un tiempo de intercambio de regalos y un intercambio de amores; nos lo dice claramente San Juan en su Evangelio: “Tanto amó Dios al mundo, que envió a su propio Hijo, para que todo el crea en Él, no perezca”; o sea que Jesús, enviado a esta tierra, ES UN REGALO, un regalo del amor del Padre, y porque nosotros hemos recibido ese regalo tan precioso, también nosotros hemos querido dar nuestros regalos, y DARNOS NOSOTROS MISMOS a Jesús, y darnos a través de Jesús, al Padre celestial, de modo que el primer sentido en que podemos aplicar este aspecto de la fiesta dela Epifanía, es entender que Jesús es el gran regalo del Padre y que nosotros mismos estamos llamados a ser regalo para Dios, regalo con todo lo que tenemos, con las cosas que nos salen bien y con aquellas cosas que nos hacen sufrir, con las cosas que nos alegran, pero también con nuestros dolores o privaciones, porque también ellos, unidos a los sufrimientos de Cristo, son ofrenda que van hasta el altar del cielo; así es que el primer momento es que la Navidad es tiempo de compartir amores, que hemos recibido el gran regalo que es Jesús y debemos también, nosotros, ser regalo para el Padre.
2. Se segundo sentido es DARNOS CUENTA DE LOS DONES de los que habla la primera lectura y de los que habla el Evangelio, nos muestran en dónde deben estar nuestros talentos, cada uno de nosotros tiene riquezas, que son mucho más valiosos que el oro o que el incienso o que la mirra, cada uno de nosotros tiene eso que llamaos nuestras cualidades o talentos, podemos aplicar este texto a nuestra vida, si descubrimos que el mejor uso de nuestros talentos, está al servicio del Señor. Cuando uno conoce las historias de personas que han sido muy astutas, pero para el mal, no deja uno de sentir tristeza. En nuestro país y en nuestra ciudad, conocemos personas muy famosas por la lacra del narco trafico, grandes líderes, con una inteligencia descomunal, pero pésimamente usada para el crimen, usada para la crueldad, usada para hacerle daño a la gente y a la sociedad, usada para el egoísmo. Las lecturas de hoy nos recuerdan que el lugar donde deben estar nuestros talentos, es a los pies de Cristo. Lo bueno que hemos recibido en términos de nuestros dones de naturaleza y de gracia, han de estar a los pies de Cristo, empezando por nuestro propio cuero, nuestra salud, inteligencia y voluntad, los distintos dones naturales sobre gracia que hemos recibido, estén a los pies de Cristo.
3. En tercer lugar, ¿qué paso con esos regalos que dieron los reyes? Una tradición dice que estos dones, los utilizó la Sagrada familia para aliviar las necesidades de otras personas pobres, otras personas en necesidad. Efectivamente, cuando los vemos poco después en Nazaret, los encontramos llevando una vida de extrema sencillez y de trabajo; es decir, que aunque trataba de regalos notables, por su precio, por su costo, no alteraron su forma sencilla de vida dela sagrada Familia; por eso esa tradición que dice que aquello que nosotros recibimos, también estamos llamados a compartirlo; es decir, que además de poner nuestros talentos a los pies de Cristo, hemos de ponerlo también al servicio de nuestros hermanos.
Que el Señor nos enseñe, a apreciar el regalo precioso de la Navidad, y a entregarnos a Jesucristo con todos los dones que hemos recibido, en principio de Él mismo, y saber también que lo que hemos recibido, debe de estar para el servicio de nuestros hermanos. Feliz día de Reyes para todos.
P. Rodri
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