La orilla es el límite físico del mar, Cristo espera a sus discípulos al alba el alba es el límite físico, temporal de la noche, en el límite de la noche donde termina la noche, allí está Jesús; en el límite del agua, donde termina el mar allí está Jesús.
Jesús el resucitado espera a sus discípulos al límite, aquí hay una primera enseñanza para nosotros, tuvieron que pasar toda la noche, solamente en la madrugada, se encontraron con Jesús, tuvieron que recorrer ese negro mar, solamente en la orilla pudieron encontrarse con Jesús, al límite.
Este es un descubrimiento importante, porque muchas veces la única manera de encontrarse con Jesucristo es, al límite; muchas veces allí donde terminan nuestras fuerzas, allí donde se acaban nuestras razones, allí donde ya no tenemos una excusa más, donde ya no nos podemos justificar de nada, es allí al límite donde solemos encontrarnos con Dios.
En el 2015, sucedió una tragedia en la aviación… avión de España a Alemania… infinito pánico del piloto que golpeaba la puerta de la cabina y gritaba y llamaba porque sabía lo que estaba pasando… se estrelló contra los Alpes en Francia…
Condenados a una muerte absurda pero inevitable, ese piloto, esa tripulación y esos pasajeros llegaron al límite es impresionante recordar por esos aparatos de grabación o caja negra gritos desesperados del piloto y del clamor de la gente… en su desesperación, gritos de todo tipo, pero al final en los últimos minutos de la grabación conservada de ese vuelo, lo único que se escucha son invocaciones a Dios, Dios mío, Dios mío… el límite del hombre siempre lo vuelve hacia Dios, porque en la orilla está Cristo en la orilla de la noche, en la orilla del mar está Cristo.
Cuando el hombre siente, cuando el hombre palpa su límite, busca en el infinito a Dios, algunas personas solo van a misa cuando hay buen tiempo, otras cuando el tiempo va mal, otras sólo cuando se a, acuerdan y otras ni siquiera tienen tiempo, porque creen que ir a misa todos los domingos eso ya es fanatismo, porque esa persona no conoce su límite, y cuando uno se siente seguro, fuerte, sano, inteligente, adinerado, buna salud y buenos amigos, uno se siente a sus anchas, se siente cómodo, allí no ha experimentado el límite.
Pero esa misma persona en el límite de su vida, cuando vea solo le espera la muerte, allí esa persona buscará a Dios. Porque muchos lo buscamos solamente en la orilla, en el límite, cuando a alguien le declaran y le dicen lo suyo es cáncer, Dios mío, porque a mí… experimenta el límite de su vida, porque te han llevado al límite.
En otras ocasiones el problema no es tuyo, es de un hijo, de una hija tuya, el problema es una infidelidad matrimonial, el problema es una ruina inminente, en ese momento cuando llegas a tu límite, Dios, Dios, Dios…, porque en la orilla está Jesucristo Resucitado, porque en el límite de las fuerzas humanas está Dios.
Le gusta a Dios esto, Dios siempre estará dispuesto a recibirnos en la orilla porque así es su misericordia, Dios cuando escucha esas súplicas abre sus brazos y su corazón, yo estoy seguro de eso; pero la pregunta que debemos hacernos es ¿yo voy a esperar a que dios haga eso conmigo? ¿voy a esperar a que la vida me lleve hasta el último, el ultimo, del último extremo de la vida para allí si buscarle?
¿Qué hace falta para yo busque a Dios desde lo profundo de mi corazón, tendrá que sucederme algo tan duro, algo tan trágico incluso irreversible para allí si buscar a Dios, será que tiene que sucederme eso, será que tengo que pasar por la noche oscura, será que tengo que para por el trabajo estéril, como estos discípulos que no lograron pescar nada, será que Dios tiene que refregarme la esterilidad y la noche para que por fin lo busque de todo corazón? Yo espero que no.
Dios no quiere que sea una enfermedad, de una tragedia o de una ruina, la que te incline a clamar a él; Dios no quiere que sea la tragedia la que te obligue en cierto sentido a clamar a él, si ese va a ser tu camino, ten la certeza que le puedes clamar a él y ten la seguridad que él hasta el último instante de tu existencia derramará misericordia sobre ti, pero ¿por qué hay que llegar a eso, por qué? Por qué no empezar a pedirle desde hoy: quizás eres joven, quizás tienes buena salud, quizás tiene buenos hermanos, buen trabajo o una hermosa familia, por qué no empezar hoy a buscarlo.
Cuando encuentres esa hermosa del amanecer, bendice a Dios, porque estás vivo, por la hermosura de sus colores que ni nombre tienen, porque no hay nombres para todos los colores que inventa Dios, cuando sientas que puedes respirar, cuando sientas el abrazo cálido de tu hijo que te dice papá, que te dice mamá…
Hay algo muy duro, pero que hay que decirle, ¿cuánto tiempo crees que vas a tener para escuchar y dar a conocer la Palabra de Dios? Estas cosas no son agradables para decir, pero si no las dice el sacerdote peca porque es mi deber hablarles de esto para ayudarle a que usted despierte, para que lo haga antes de que sea demasiado tarde; no espera el momento trágico, no espere un cáncer, no espere el secuestro, no espere enloquecerse de dolor o de desesperación, Dios lo está tratando a usted con ternura, Dios lo está tratando a usted y a mi, con delicadeza, con correas de amor, con lazos de amor.
P. Rodri
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