A veces para comprender mejor algunos textos de la Biblia, necesitamos ayuda de la historia o de la arqueología, como ciencias auxiliares que nos ayuden a situar estos textos, dentro de su contexto, qué podría haber estado sucediendo en aquel tiempo, por ejemplo en el tiempo en que vivió Abraham, Abraham vivió más o menos en el siglo XVII a.c, y en esa época y en el lugar donde él estaba, corresponde a lo que hoy es IRACK y un poco de lo que es Israel, todo en torno al golfo pérsico, en esa región no había propiamente países, no había naciones, lo único que había eran tribus, distintos grupos familiares y la vida estaba llena de incertidumbres, llena de angustias, de una vida que además era muy corta.
Los científicos han llegado a la conclusión, que a principios del siglo I, que el promedio de vida al morir, era entre unos 40 a 45 años, era vida corta; además, muchas familias perdían a algunos de sus hijos, no existía nada lo que hoy nos parece tan normal a nosotros, no había medicamentos ni vitaminas, entonces mucha gente moría muy chica y otros a una edad temprana, además que la gente envejecía muy pronto, no había pons ni jafra, ni miscleriot; ese sigue siendo aún el patrón en algunos países, por ejemplo en la India la gente es muy bella, pero relativamente pronto la gente envejece.
Estas anotaciones sirven, porque me medio de toda esa incertidumbre de ese tiempo y e ese lugar, las personas se aferraban a la religión que tenían y trataban de tener éxito en sus empresas, empezando por el lugar de vivienda; para nosotros hoy la ciudades son cosas que están allí, ya garantizadas, uno sabe dónde están las ciudades o países y alguien las tuvo que fundar, pero en aquella época aún no estaban fundas las ciudades, entonces ellos estaban un poco en esa incertidumbre y era frecuente que al fundar algún lugar se hicieran SACRIFICIOS A LOS DIOCES, pidiendo por ejemplo que no se fuera a acabar el agua, si nos ubicamos en esa parte, sabemos que el agua ha sido más bien incierta, y las fieras no fueran a devastar la población, , que no fuera a llegar alguna plaga, que fueran a llegar los enemigos.
Nosotros, ya estamos relativamente mejor, porque contamos con organizaciones mundiales, como las Naciones Unidas, tenemos un sistema de autoridad y de fuerzas armadas, que producen cierta sensación de seguridad, quizás estamos engañados, pero al menos uno supone que no cualquiera va a llegar a arrasar de buenas a primeras, a violar, o a matar porque sí; en cambio, esa era la situación en esa época y así ha sido, relativamente la historia el mundo, hasta hace poco. Bueno, pues toda esta introducción tan larga es para que tratemos de meternos en la mentalidad de esa gente, que no tenían nada, ni a nadie y en esa incertidumbre, se aferraban a lo que ellos consideraban que eran las fuerzas superiores y tratando de agradar a esos dioses, OFRECÍAN SACRIFICIOS, y claro, entre más grande era el favor que se le pedía a dios, pues más grande debería de ser el sacrificio, entones era muy común que en aquella época y en aquel lugar, que hoy conocemos como tierra santa, era muy común que se hicieran sacrificios humanos, si consideramos que a los llamaban “ciudad” podían ser poblaciones de unas doscientas familias, que eran casi campamentos, y si la cosa funcionaba bien, podían crecer, por eso eran grupos nómadas y quien los lidereaba no sabía de clima, no sabía, no sabía de peligros, de ladrones, de fieras, no sabía de nada.
Entonces cuando empezaban a levantar las primeras casas, ofrecían sacrificios a los dioses, pidiendo a los dioses que ese proyecto saliera bien, y como era de los más difícil que una nueva población prosperara, entonces era muy común que hicieran sacrificios humanos, y los jefes o algunos de la misma población aportaban de sus mismos hijos, para el sacrificio, a algunos los degollaban y a otros lo quemaban vivos, este espectáculo grotesco sacrificiales, fue algo que Abraham conoció, ese era el mundo en el que Abraham vivió, cuando Dios le llamó para que saliera de su pequeño poblado Ur, en la región de Caldea, ese era el único mundo que él conoció, brusco salvaje; un mundo donde la incertidumbre y el terror están a la orden del día.
Lo maravilloso de esta primera lectura es que Dios llama a una persona así, las familias de aquel tiempo vivían en la incertidumbre de un grupo de personas, invadiera a otro grupo y el procedimiento normal de aquel tiempo era, matar a los niños, matar a los hombres, quedarse con las mujeres, porque la intención era esa, multiplicar la especie a como diera lugar; y algunas de esas mujeres tuvieron que pasar por todo ese drama y tener dos o tres dueños, dos o tres pueblos; es ese contexto en el podemos comprender lo que significaba este sacrificio humano, ese era el mundo de Abraham, un mundo de muerte y de sorpresas, y a ese hombre Dios lo llama para una HISTORIA NUEVA, porque de ese hombre, Dios va a sacar el PUEBLO DE LA ALIANZA, y de ese mensaje recibimos nosotros la fe, por eso llamamos a Abraham, nuestro padre en la fe.
Abraham entonces, está buscando a Dios, está tratado de encontrar la voluntad de Dios, y podemos decir que en medio de tanto ruido, Abraham está tratando de descubrir quién es Dios. A ese Dios que es único y que él no puede ni siquiera imaginar, y en medio de esa penumbra y de esa incertidumbre Abraham siente que tiene que darle a Dios TODO, tratemos de comprender, la grandeza del acto de Abraham, por supuesto que matar a un niño, nunca será motivo de aplaudir, pero si ya uno entiende un poquito ese contexto, uno ve que Abraham ya en medio de toda esa confusión tan espantosa y ese mundo tan terrible, lo que estaban buscando era unirse de todo corazón a HACER UN PACTO DE TOTAL OBEDIENCIA a un Dios que él apneas empezaba a escuchar.
Y cuando decimos que Dios le dice…, no es que Dios le enviara un watsap, no, sino que es todo un DISCENIMIENTO y en medio de esa búsqueda, él comprende que tiene que DARLE TODO, lo que más aman lo único que es su esperanza, lo único que es su alegría, darlo a Dios; lo maravilloso que de ese acto de Abraham van a nacer muchas cosas buenas y nosotros podemos aprender mucho de ellas:
Lo primero: es que Abraham queda como liberado de si mismo; la mejor manera de encontrar paz, es entregando a Dios lo que uno más ama, porque solo en manos de Dios, uno puede encontrar el verdadero por qué, el verdadero sentido de la existencia. Cada uno de nosotros tiene su propios ISAAC, algunos de ustedes son padres de familia y pueden pensar, por ejemplo en sus hijos.
Entregar un hijo a Dios no es que solamente el hijo se va para el seminario, o se va para un convento; ENTREGAR A UN HIJO A DIOS, es entender que primero es de Dios, y luego mío y Dios sabrá lo que hace, ese acto es liberador. Si uno ve el conjunto de este pasaje, antes y después, uno ve que Abraham queda como liberado, le entrega a Dios a Isaac, lo que más podía él dar en esta tierra, porque de allí en adelante tiene una amistad de cercanía y de alegría en Dios que es maravillosa. Entonces, la primera enseñanza es esa: ¿Cuál es tu Isaac? Puede ser un hijo o hija que tú tienes; pero puede ser otra cosa, puede ser tu dinero, o tu libertad, la inteligencia, algún proyecto que tienes, una empresa, no se cada uno tiene algo que más ama, el acto de entregarle a Dios, en el fondo lo que hace ese acto es: RESTAURAR EL REINADO DE DIOS EN MI CORAZÓN, es decir, con ese acto le estoy diciendo a Dios: “Tú, Señor, vas a ser el primero en mi vida”, más que mi empresa X.
En segundo lugar, es maravilloso este acto de Abraham, que finalmente el sacrificio no se completó, materialmente hablando, aunque en el corazón de Abraham, si entregó a Isaac, pero el niño no fue sacrificado, no fue asesinado; pero luego ustedes que lo más alto que hay aquí, es esa Cruz, en medio de nosotros que nos está recordando, que dios nos deja ganar en generosidad por nadie; Abraham no tuvo que entregar a la muerte a Isaac, en cambio Dios, si entregó a su amadísimo y único hijo, hasta el extremo de la muerte.
Eso no quiere decir que Abraham sea mejor papá que Dios, sino que Jesús, obedeciendo al Padre, allí esta la MÁXIMA MANIFESTACIÓN DE AMOR. Y hoy encontramos este pasaje de la Transfiguración en el Evangelio donde Dios llama a su Hijo, el Hijo Amado, es para que comprendamos que en Jesús está la máxima expresión de amor, en él, en Jesús.
¿Por qué a nosotros los cristianos, nos resulta tan importante la Cruz? Porque en la Cruz se ha manifestado el amor hasta el extremo, no se puede tener más amor que ese, entregarlo todo, hasta la misma vida. Entonces, cuando uno relación a Abraham, entregando a Isaac, y Dios, entregándonos a su Hijo amadísimo, mostrando así lo que EL AMOR, podemos entender hacia dónde van estas lecturas, van de camino hacia la Semana Santa, camino hacia la Pascua cristiana, de lo que se trata aquí es de saber cuál es el verdadero rastro y el verdadero rostro del amor; el amor es esa entrega absoluta total, que es lo que encontramos en Cristo.
Y aquí también entendemos lo que nos dice San pablo en la segunda lectura, cuando dice: “el que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros”. Allí entendemos que podemos esperarlo todo de Dios, por eso en la medida que demos a Dios, lo que más amamos, encontramos la verdadera libertad y la verdadera generosidad. No le entregues a Dios una copia de tu problema, entrégale tu problema y uno le dice, tú serás el primero, por encima de todo, entonces encontrarás una tremenda paz, una inmensa alegría, claro que eso no es fácil, tampoco fue fácil para Abraham, pero es el camino de la libertad y de la paz.
P. Rodri
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