¿CÓMO DESHACERSE DEL EGO?
Retomemos la reflexión de la semana pasada, porque el único propósito de hoy, es reconocer el Señorío de Jesús. ¿Qué significa que Jesús sea Rey en mi vida, en tu vida? Tres razones:
PRIMERO: que todo lo que hay en el centro de tu vida, hay que deshacerse de ello y ponerlo allí delante de Jesús, y dile Señor, mi corazón es TU TRONO; decirle, ven y toma posesión de mi corazón, porque este es tu trono y te declaro mi Rey.
Eso tiene unas implicaciones muy importantes, que todo lo demás, queda en segundo, todo… Queda en segundo lugar tu trabajo, tu familia, tus hijos, tu pareja, todo y Él toma el primer puesto; Señor, en mi corazón hay un trono para ti, porque tú eres mi Señor, y ese puesto que ocupas en mi vida no lo tienes que compartir con nada, ni con nadie, se entiende que le das a Dios el puesto ABSOLUTO y todo lo demás se vuelve relativo en tu vida, todo.
Tengo que hacer esta aclaración, por el bien y salvación de todos, no se te ocurra, absolutizar nada en la vida: padre, a mis hijos, no; padre a mi gorda, no; padre, mi trabajo, no; padre, la tierrita que me dejaron en herencia, no, anda… Ahora, ¿quién se va a beneficiar de esto, Dios o tú? Tú, porque el bien es para tí, porque cuando a ti o a mí se nos ocurre absolutizar algo o a alguien, inmediatamente accedemos a una carga de sufrimiento, empezamos a sufrir, porque eso que hemos absolutizado lo podemos llegar ¿a qué? A PERDER, ¿No es importante la salud? Y la podemos perder. Para muchos es importante la belleza, porque habrá quien absolutice la belleza y lo que le parece más importante en la vida, es la belleza y allí tiene un motivo para sufrir, todo es relativo, porque puede ser y no ser; en mi corazón hay un puesto, un lugar central que lo he convertido en el trono de Dios y ese puesto Dios, no lo tengo que compartir con nada, ni con nadie, es el centro de nuestros afectos.
SEGUNDO punto es LA CORONA, porque el Rey tiene corona y usted le va a poner la corona al Rey, Padre, ¿cuál es la corona del Rey? Las buenas obras, que nosotros decimos, corónate con mi alabanza, corónate con mi oración; entonces, cada vez que usted hace algo bueno, corona a su Rey. Cada vez que amas al que no te ama, coronas a tu Rey; cada vez que oras por el que no te ama y te persigue, coronas a tu Rey, cada vez que bendices al que te maldice, coronas a tu Rey; cada vez que perdonas, coronas a tu Rey; cada vez que te agachas para servirle al más humilde, coronas a tu Rey; cada vez que asistes a la Eucaristía con fervor y sin distraerte, coronas a tu Rey, cada vez que visitas el Santísimo para entrar en la intimidad de Dios, coronas a Ruy; cada vez que haces una obra de caridad, coronas a tu Rey y hay lo vas coronando.
Y TERCERO: EL CETRO: Ya te entregué el centro de mis afectos, el primer lugar de mi corazón, ese es tu trono; ahora te corono con mis obras y ahora te entrego el cetro, para que el que hable, seas tú, para que el que ordene, seas tú, las cosas en mi vida no se harán como yo quiera, las cosas en mi vida se harán como tú digas, porque tú eres mi Rey, alabado sea el Señor. Y déjenme decirles esto, el beneficio no es para Dios, porque Dios no mejor por eso, Dios no es más grande por eso; el beneficio es para nosotros, porque no hay nada más penoso que tener un mundo de reyes a quien servirles, y cuando uno tiene un mundo de reyes, termina uno siendo esclavo de ellos.
Jesús reina en la cruz, porque la cruz es su trono, porque la única manera de reinar a la manera de Dios, es vaciándose completamente y no hay otra opción y se esclaviza a través del llena miento, o sea que usted reina en la medida en que se vacía, se da, se dona, se entrega (el caso de la mamá o del papá), a la manera de Dios y se entrega donación hasta el extremo.
Dice un dicho, “se es feliz cuando el amor entrega, y se es infeliz, cuando el egoísmo reclama”; sólo hay dos maneras, o usted se dedica a vaciarse, o usted se dedica a qué, a llenarse… es en el despojo, donde el ser humano encuentra su realeza, por eso no en vano decimos, que las mamás son reinas del hogar, de la familia, y ellas son reinas porque lo único que se les ocurre todo el día es vaciarse, darse, donarse, entregarse, dar lo mejor de ellas, hacer lo mejor que pueden, en todo…; y muchos papás son reyes del hogar, porque lo único que se les ocurre es entregarse siempre, para que en casa no falte… NADA…
Por eso el que ama es rey, en la medida en que ama, se dona, se entrega completito; en cambio el egoísta en todo momento está buscando llenarse, reclamar, exigir, no es capaz de dar, eso esclaviza y uno pudiera pensar que es al contrario, que el rey, es aquel al que le renden todos los honores, no es así, a la manera de Dios, se reina donándose, vaciándose de sí, para ser libre y salvarse.
¿Cómo se salva uno? Librándose de sí mismo, es decir abandonando su EGO y nos condenamos en la medida en que abultemos cada vez más, nuestro ego.
¿Qué es lo que le piden a Jesús las autoridades, los soldados y los mal hechores? Que se baje de la cruz, sálvate y sálvanos, porque si se baja de la cruz, se baja del trono y deja de ser qué, rey, por eso, uno no se puede bajar de la cruz, cuando uno dice, es que yo ya no aguanto más, voy a tirar la toalla, dejar de ser rey, para volverte esclavo de su necesidad y mediocridad, NO, no se baje de la cruz, no deje de ser rey, no tire la toalla, no renuncie a su cruz, siga siendo rey, siga vaciándose, para que encuentre en el vaciamiento, la salvación, porque si se baja de la cruz, no salva; precisamente en la cruz es donde sucede la SALVACION.
Ciertamente que muchas veces uno quisiera salir corriendo, todos.
P. Rodri
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