El Evangelio de hoy es difícil de explicar, pero con una maravillosa enseñanza; primera mente empezamos por entender o reconocer, que de demonio cree en Jesús, ¿por qué lo digo? Pues porque el mundo está lleno de dudas, todos tenemos dudas: dudas sobre nosotros, sobre nuestra salud, sobre nuestra pareja, sobre nuestros hijos, dudas existenciales de nuestros problemas, y no es malo que tengamos dudas, es pudiéramos decir que es NORMAL que tengamos dudas, el problema es CUANDO TENEMOS MIEDO, porque el miedo nos paraliza y empezamos a la negación y la aceptación: no yo para qué voy, no yo sirvo, no yo no puedo, no yo no quiero y ya.
Pero tener dudas es muy natural en el hombre y en la mujer, el diablo claro que cree en Jesús, conoce a Jesús, sabe quién es Jesús, y eso nos debe de mover el tapete; dice el Evangelio que Jesús llegó a Cafarnaúm, un lugar en donde Jesús no vivía, a un lado del lago de Galilea, sino que viviendo en Nazaret, va a Cafarnaúm, muy lejos de allí y allí se va a establecer, y de allí va andar de itinerante, irá a Geraza, a Magdala, a Jerusalén, a Tiro y Sidón y a muchos pueblos más, pero el centro de su actividad está en Cafaranúm y allí es donde se encuentra con aquel hombre poseídos por el demonio, no se si aquel hombre poseso iría por su propio o lo llevarían otros, con la esperanza de que Jesús le sacase el demonio, aunque algunos interpretan este texto diciendo que no estaba poseído, sino que solo estaba enfermo, bueno, pero así no dice el texto, sino dice, que estaba poseído por el demonio, y eso no debemos ponerlo en tela de juicio, ¿qué hubieran echo ustedes si estuvieran allí? ¿Se hubieran quedado, o se hubieran ido?
Dice que le llevaron al hombre y luego empezó a gritar, con aquellos gritos que hemos escuchado en las películas de terror y preguntó: ¿Qué quieres tú con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros? Imaginémonos esa voz del demonio, gruesa, potente, le dice YA SE QUIÉN ERES, EL SANTO DE DIOS.
La gente hasta ese momento, no sabían quién era Jesús, la gente decía pues es un gran predicador, es un gran hombre, dicen que cura a los enfermos, pero en realidad la gente no sabía la identidad de Jesús, por las preguntas que la gente hace: ¿Qué esto, qué nueva doctrina es esta? Este hombre tiene autoridad para mandar hasta los espíritus inmundos y lo obedecen, ¿Quién es este hombre? Nosotros ya tenemos mucho conocimiento y conciencia de quién es Jesús, que es el Hijo de Dios, que es nuestro Salvador y que ya nos Redimió. A nosotros ya nos dieron el plato servido en la mesa; pero la gente de aquel tiempo NO SABÍAN quién era Jesús, pero iban por verlo, por escucharlo, por lo que hacía y la gente que andaba allí de metiche, curiosa o de chismosa, que ese día les toca ver al endemoniando, ¡ándele!
Aquí viene lo más sorprendente, nadie sabe quién es Jesús, pero ¿quién SI LO RECONOCE? Ninguna de las gentes, allí presentes se imaginaban quién sería Jesús, pero el demonio SI SABE QUIÉN ES JESUS, pero fíjense en la expresión tan dura y realista del demonio: YA SE QUIEN ERES, EL SANTO DE DIOS, el mismito demonio RECONOCE A JESUS, COMO DIOS, pero Jesús no quiere todavía darse a conocer, que lo reconozcan, por eso enérgicamente ordena al demonio: CALLATE Y SAL DE EL, y el espíritu dando un alarido, sacudió al hombre y salió de Él. ¿Qué harían ustedes si hubieran estado allí? Ave María purísima, patitas para qué las quiero, vámonos…
Lo que sucede cuando un exorcista expulsa un demonio, de una persona, SOLO LO EXPULSA, no lo mata, y entonces el espíritu busca otra persona en quién meterse, y las personas que están allí de fisgones o de chismosos, que no faltan, sobre todo si son débiles de espíritu, si de por si ya anda medio endemoniada, o ese señor con todos sus pecados que traer, pues el demonio solo llega a reforzar, por eso nunca es ni será bueno estar relacionado con esas cosas; yo me he enterado que hay gente que parece que está endemoniada, pero no está, tiene enfermedades psicopatológicas, o neuropsiquiátricas, pero no están endemoniadas, tienen depresiones o patologías muy graves, que solo les puede atender un psiquiatra. Hay otros que no dicen que están poseídos, pero si están; y hay otros que si están y que debe ser comprobado y corroborado por la Iglesia.
El demonio es el ser más astuto, más zagaz que cualquier otro ser, ninguno de nosotros podemos con el demonio, y si no tenemos a Jesús, ya somos pan comido para el demonio, miren, revisemos cada quién en serio, en conciencia nuestra vida, cómo andan nuestros pensamientos, nuestros deseos, nuestras intenciones, nuestras acciones, nuestro vocabulario, nuestra vestimenta, nuestra relación con x persona, nuestros afanes en este mundo, nuestras diversiones, nuestro entretenimiento, nuestras miradas, nuestra conciencia…
El demonio es un ser muy coqueto y discreto, y si uno también le coquetea, el sabe de que pata cojeamos todos, sabe quiénes son burlones, sabe quiénes son borrachos, sabe quiénes son lujuriosos, sabe quiénes son entrometidos y chismosos y por esa debilidad que cada uno tenemos, es como una rendija o como una ventana, por allí se mete y nos hace suyo, por eso tenemos que estar muy atentos, listos y buscar a Jesús en nuestra vida, cuélguense al cuello un crucifijo, o una medalla de la Santísima Virgen; porque hay sobre todo hombres, que trae colgadas piedras de cuarzo, colmillos de no se qué, bueno hasta a muerte la traen colgada…
La hazaña más grande del demonio que ha logrado en el siglo XXI, ES QUE CREAN QUE NO EXISTE y como consecuencia, tampoco creen que Dios existe… Hagamos todo lo que nos acerque a Dios y mantenga bajo su protección, el mundo entero necesita a Dios, hemos mundanizado lo sagrado y hemos sacralizado al mundo, tengamos mucho cuidado, enséñenles a sus hijos desde pequeños, el conocimiento de Dios, el amor a Dios y el servicio a Dios, esa es responsabilidad de los papás, no de lo abuelos, ni de los catequistas, ni las tías, que así sea.
P. Rodri
