Marcos 10, 46-52
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: "Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí." Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: "Hijo de David, ten compasión de mí." Jesús se detuvo y dijo: "Llamadlo." Llamaron al ciego, diciéndole: "Ánimo, levántate, que te llama." Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo: "¿Qué quieres que haga por ti?" El ciego le contestó: "Maestro, que pueda ver." Jesús le dijo: "Anda, tu fe te ha curado." Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.//
Miremos algunos detalles de esa escena, la parte que a mí, más me impresiona, es cuando este hombre arroja SU MANTO; tengamos en cuenta que el manto, en aquella época, era prácticamente, la única posesión de un mendigo, pues la mayor parte de la población, pero sobre todo los pobres, que eran mayoría, tenían solamente UN SOLO VESTIDO, no tenían manera de cambiarse de ropa, usaban ese único vestido hasta que se convertía en harapos, porque solo tenían UN VESTIDO, por supuesto que cada pieza de ropa tenía que ser hecha o confeccionada a mano y eso implicaba que una túnica para un adulto durara tiempo hacerla y costa en comparación, bastante dinero; así es de que la gente no se estaba cambiando de ropa, ni todos los días, ni siquiera con frecuencia, y en el caso de los pobres y mendigos era eso, UN SOLO VESTIDO, el único que usaban el resto de su vida, y luego había EL MANTO, que servía para abrigarse durante el día y de cobija, durante la noche y con eso vivían.
Por eso, ARROJAR EL MANTO, para una persona ciega, ERA PERDERLO TODO, arrojar el manto era arriesgarlo todo; “arrojando su manto, se levantó de un salto y fue a Jesús”.
¿Qué es el manto de Bartimeo? El manto para un ciego o un mendigo, es lo que usan para sentarse en la calle, es lo que usan para dormir, es lo que usan para protegerse del sol, cuando esta muy soleado. Lo usan para protegerse del frio cuando esta frio, se protegen de la arena cuando hay mucha viento. Lo usan para protegerse de los animales: moscas, mosquitos, insectos y más; en otras palabras, para una persona mendiga y mucho más para un ciego, el manto es su todo. El manto es su protección, su hogar, su ropa, su muleta, su apoyo; El hecho de que Bartimeo arroje o suelte su manto, es una acción muy simbólica. Bartimeo, le está diciendo a Jesús y a la multitud, que confiaba en él, que esperaba que Jesús sea su apoyo, su protección, su todo. El soltar su manto, significa fe completa en Jesús, despojarse de lo que es tu apoyo o tu control.
Este hombre, cuando arrojó el manto y se puso de pie, él no sabía lo que Jesús pudiera hacer por él; y eso es lo que mayormente me llama la atención, porque aunque no podía ver, si tiene suficiente claridad para saber que Jesús iba a hacer algo por él, así que la fe de este hombre es inmensa, él, desde el momento en que pone de pie, y seguramente dando tumbos o saltos, busca dónde está Jesús, desde ese momento ya está creyendo radicalmente en Jesús; está dejando atrás esa VIDA DE MENDIGO con ese manto, y está buscando UNA VIDA NUEVA EN JESÚS, esta es una imagen verdaderamente impresionante, de lo que significa acoger a Jesucristo en la propia vida.
Para todos, CREER EN JESUCRISTO significa estar dispuestos a apostar algo por él, y yo creo que aquí hay una lección muy grande para nosotros, pudiéramos preguntarnos cada quién ¿Tú que has perdido por Jesucristo? Este mendigo estaba perdiendo su manto que era perder todo lo que tenía. A nosotros a veces nos cuesta hasta perder un poquito de tiempo, hay gente que considera muy pesado “perder una hora” a la semana en misa, sienten que están perdiendo demasiado; pero esa hora si no la dedicas a Jesucristo, ¿a qué la dedicas? A cualquier cosa. Perder algo por Jesucristo, arriesgar algo por Jesucristo, que imagen tan impresionante.
Por otra parte, fíjense como la gente que está a su derredor, primero le piden que se calle, tratan de callarlo, pero él sigue gritando más fuerte; y después esa misma gente es la que le dice, ANIMO, TE LLAMA. Este ciego tenía, lo que muchas personas tienen, cuando están privadas de la visión, que es el desarrolla de otros sentidos, como el oído y el tacto, en el caso de los invidentes. Jesús se Detiene y dice: LLÁMENLO, pues muy probablemente este hombre, alcanzó a oír esto y entonces él va hacia Jesús, pero no guiado por la vista, puesto que no podía ver, sino que VA GUIADO POR EL OÍDO, hacia donde él cree que está esa voz. Caminar por la vista, es caminar como nos gusta a nosotros, guiados por GPS, para ubicarnos dónde estamos y hacia dónde vamos, es como una sensación de tener el control, porque si estamos de noche o en una habitación oscura, en un lugar que no conocemos, eso nos hace sentirnos inseguros, inciertos, temerosos, porque es caminar a tientas, y del otro modo, yo tengo el control de la situación, porque puedo ver done estoy y hacia dónde voy.
Y ¿Qué es caminar por el oído? Caminar por el oído es lo que le sucedió a Abraham, es lo que le sucedió a Moisés, es lo que le sucedió al pueblo de Israel, y lo que nos sucede también a nosotros, no en el plano de movernos en una ciudad, sino en el plano de MOVERNOS A TRAVÉS DE LA VIDA, que es lo que le sucedió a Abraham, Dios le dijo: LEVANTATE Y PONTE EN CAMINO… a la tierra que yo te mostraré, Abraham no tenía un mapa, lo único que tenía ERA LA VOZ, ¿Y ahora qué, ahora que sigue, ahora para dónde voy? Eso es caminar por el oído de la intuición; pero lo que a uno le gusta como ya lo dije, es caminar por la vista, tener la situación controlada, el presupuesto establecido, los papeles en regla y listo.
En cambio, lo que Dios nos pide a nosotros es más CAMINAR POR EL OÍDO, y esto significa que a lo largo del camino, tenemos que seguir escuchando, a ver qué sigue y les voy a mostrar que caminar por el oído es más importante, que caminar por la vista, miren, vamos a imaginarnos UM MATRIMONIO, un matrimonio es un camino que se hace juntos, y ¿Quién que se case, tiene ya el mapa perfecto? Y aunque hay quienes quieren tener todo controlado, cuando dicen, cuando tengamos tres años y dos meses, tendremos nuestro primer hijo, varón de ojos azueles y pelo verde; y después cuando tengamos 8 años y un mes, nacerá el segundo, que será niña con pelo rubio y piel oscura… hay quienes quieren y creen controlarlo y programarlo todo.
Pero el matrimonio resulta que no hace de una vez por todas, el matrimonio es caminar con una persona que también está caminando, es cambiar, mientras la otra persona también cambia, por eso lo que más destruye a una pareja, es dar ya por conocida a la otra persona, porque en el momento en que alguno dice, es que “YO YA SE COMO ERES”, desde ese momento, DEJA DE ESCUCHAR A SU PAREJA… Y la única manera de que funcione un matrimonio es que se sigan escuchando, porque no podemos seguir siendo igual toda la vida, las personas vamos cambiando… Así es que no solamente en la fe, sino en nuestra vida toda, es importante saber caminar por el oído, la vida humana es ESCUCHA PERMANENTE, y eso nos lo muestra nuestra fe, este hombre no ve, solo e levanta y con la agudeza de su oído sabe, como por dónde está Jesús, porque escucha su voz, y las cosas de la fe no las vamos a poder ver con la claridad de los ojos, sino con la nitidez y agudeza del oído.
Otro punto para destacar y que podemos aprender de este texto, el ciego Bartimeo, cuando le dice a Jesús: JESÚS, HIJO DE DAVID, es un título mesiánico, es reconocer en Jesús al UNGIDO DE DIOS, el Rey que Dios no ha enviado, el líder que nos hacía falta y sobre todo la súplica: TEN PIEDAD DE MI, es decir, tiene la humildad, tiene la confianza, tiene la fe; esta oración, es como un acto permanente de abrirse a Jesucristo, esta suplica debe volverse como la respiración del alma, es decir, cuando respiramos mmmmm… decimos: Jesús, Hijo de David; y cuando exhalamos uuuuuf… decimos: Ten compasión de mí, y esto sería orar todo el día y toda la noche, orar siempre, como todo deberíamos de hacerlo.
Bueno, ojalá que estas humildes reflexiones, nos muevan a amar a Cristo Jesús, a confiar más en él, a buscarlo con más impulso y aprender a vivir de la fe, oído la voz de Dios y la voz de quienes están cerca de nosotros, y que esta semana santa que estamos por iniciar, la sepamos caminar por el oído, y no por el camino de la vista, como meros espectadores… Que así sea, la Gloria y la honra, para nuestro Dios…
P. Rodri
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