EL MAL ESPIRITUAL

Cuarta cadena: EL MAL ESPIRITUAL

esta cuarta cadena solo la van a entender, los que tienen una visión de fe, hoy muchas personas han caído en el ateísmo, y verán que lo que vamos a tratar aquí, se reduce a las enfermedades mentales, a lo que me voy a referir, es al ataca del demonio, el demonio encadena y la biblia lo dice, eso es una realidad, pero ESTO NO QUIETA LAS OTRAS CADENAS, es decir no vamos a reducir todas las cadenas al demonio, esto también pasa, hubo una secta protestante en la que todo lo resolvían con demonios y decían, usted por qué está son ese sobre peso, empezando por el que habla, y usted por qué tiene ese sobre peso, porque creo que me está atando el demonio de arroz, entonces en esa secta todo lo resolvían con demonios; a mí me ataca el demonio de arroz y a ti, a mí me ataca el demonio del maíz, y a ti, creo que a mí me ataca el demonio de las hamburguesas o de los taquitos…

Deja de resolver todo con el demonio, no todo es demonio, pero tampoco nos vayamos al extremo del incrédulo y escéptico, de los que no reconocer que realmente el demonio si ataca, ¿y, por qué ataca el demonio? POR ENVIDIA ¿envidia de qué? La Biblia lo dice, la envidia del demonio es, porque tú y yo somos imagen de Dios y además de ser imagen de Dios, por la muerte gloriosa de Jesús en la cruz, hemos llegado a ser hijos de Dios, templos del Espíritu, miembros de la Iglesia, llamados a una eternidad feliz, y la eternidad del demonio es una eternidad que él buscó, una eternidad de desgracia, una eternidad de tristezas, una eternidad de ira que se consume a sí misma para siempre; entonces ¿qué pasa?, que el demonio te ataca por envidia, el demonio detesta la pureza, principal mente la pureza de los jóvenes.

El demonio, detesta, odia con coraje a un sacerdote que predica el Evangelio, lo odia, lo odia y quiere destruirlo, y por qué no lo logra, porque Cristo nos protege, porque el sacerdote ora, ojalá oremos un poco más, nosotros los sacerdotes, y ¿saben por qué el domino no logra destruirnos?, porque ustedes nos defienden, con la oración de ustedes… sigan orando por los sacerdotes, el papa Francisco, en lo que más insiste es, recen por mí, recen por mí, pide continuamente el padre; siempre hay que orar por los sacerdotes, por los obispos, por el papa, siempre, siempre, siempre, hay que orar por ellos, hay que defenderlos, incluso cuando hacen o dicen algo que no entendemos, siempre hay que orar por ellos, porque el demonio es envidioso.

El demonio ataca, el demonio quiere encadenar y la biblia nos cuenta la vida de una mujer que llevaba 18 años encorvada y a mí me parece una cosa impresionante lo que nos dice ese pasaje y Jesús dice, si a alguno de ustedes se les cae en un pozo el buey o el asno, ¿no lo saca, aunque sea sábado, o no lo desata para que pueda beber? Y a esta, que también es hija de Abraham, no se le debía desatar, ¿qué fue lo que hizo Jesús? Jesús rompió la cadena, la cadena la había puesto el demonio y Jesús la rompió, porque Jesús quiere verte libre, Jesús quiere verte libre, libre, libre…

Entonces el demonio ataca principalmente a la fe, y hay personas que no creen. Ejemplo: un profesor de universidad que se decía ateo, completamente ateo, una de esas personas que tienen mucho conocimiento y mucha ciencia y que se considera totalmente ateo, que después de dos horas haber estado hablando con él, dice, no tengo más objeciones, no tengo más preguntas, pero sabe una cosa, tampoco creo; pero la cosa no termina allí, miren lo que dijo: yo no creo en Dios, pero yo tengo una hijita, que a mí me gustaría que usted le diera una bendición, entonces fui a bendecir a la hija de él, que estaba durmiendo en su cuna, y bueno, hice la oración, yo no esperaba que sucediera nada especial, yo me puse a orar, porque es gusta hacer oración por los demás, yo cerré los ojos, muy raro, porque yo nunca los cierro ni para dormir, jajaja…

pero bueno, cerré los ojos para hacer aquella oración y cuando termino, miren lo que dijo aquel ateo, ¿sabe lo que sucedió don Rodrigo? Ni idea tengo, le dije, pues mientras usted estaba haciendo su discurso, dice, yo vi en la parte de arriba de la cuna, yo vi un aro de luz, escuchen eso, mientras estábamos orando, él no yo, él el ateo vio un rayo de luz que bajaba sobre la hija, mientras se hacía la oración, y por supuesto, me alegré de eso que él dijo, y cuando yo ya estaba a punto de decir, gracias a Dios, él dijo, pero no creo, sigo siendo ateo…

Esa es una persona atada, esas son ataduras, ¿cuál es el lugar más dañino para nuestra fe? El lugar más dañino para nuestra fe se llama, LOS BRUJOS, se llaman las supersticiones, aquí en México abundan los brujos, pero no se presentan como brujos, sino como mentalistas, como psíquicos, hipnotizadores, te leen la palma de la mano y te cuentan tu futuro y te sanan de todas tus enfermedades y todo ese tipo de cosas.

Hermanos, sólo hay alguien que está detrás de todas esas prácticas y se llama satanás y cuál es el propósito de todo eso, de todas esas prácticas de la nueva era, técnicas de meditación; entonces hermanos, uno tiene que tener muy claro que detrás de todo eso hay cadenas y que lo principal que ataca allí, el demonio es tu fe, eso es lo primero que ataca en ti, que tú vivas en una confusión perpetua. Las personas que se meten en el gnosticismo es terrible, porque el, gnosticismo es la reducción de la fe a una idea y nosotros no hemos sido salvados por una idea, sino que, hemos sido salvados por UNA PERSONA, por la persona adorable de Jesucristo, el Señor de Señores.

Entonces el demonio ataca a la fe y lo hace a través de la superstición, a través de la magia, a través del espiritismo, a través de la nueva era y el yoga; porque las posturas del yoga, usted no lo sabe, pero las posturas del yoga son invocaciones a dioses Indúes, el reiki y todo eso, que la gente ni idea tiene de las puestas que está abriendo, quién está entrando a través de esas puertas y luego estamos encadenados.

Esto no es ningún secreto y ustedes lo saben, pero no todo lo digieren, ustedes saben que nuestro país fue consagrado a los brujos y a los demonios, pero hay tanta que defiende, que justifica, o indiferente a estos eventos, y quienes creen ya están encadenados, porque el demonio ataca, el demonio amarra y qué es lo que él pretende, es que tu no puedas creer; porque en el día en que tu creas, en el día que tú le digas a Jesucristo, YO CEREO EN TI, ese día se rompen las cadenas, gloria a Dios.

P. Rodri